Angustia en tiempos de pandemia

 

 

Angustia en tiempos de pandemia

 Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores, espero que todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo.

El mundo está de patas para arriba, personalmente vivo con una sensación de miedo que no se desaparece ni por un segundo, el único sitio en el que quiero estar es en casa, las malas noticias están allí a diario, golpeando mi espíritu y mi mente, gobernantes errados,  muertos y más muertos, marchas, protestas, infectados, la fiebre del Nilo, el mosquito tigre que acecha en el país con ganas de picar y matar, pareciera el fin del mundo, que así como llegamos nos vamos, que así como se creó el mundo, se destruirá y no nos enteraremos porque ya no estaremos.

Sandra Rossi blogs

 Somos frágiles, minúsculos, casi nada respecto a las fuerzas de la naturaleza, del universo y del poder de Dios. No somos conscientes de cómo estamos acabando con todo, destruyendo la atmosfera, el ecosistema, la naturaleza, el aire, la raza, la capa de osono, el Polo norte… el deshielo es un hecho, los mares contaminados, y las especies animales desapareciendo, para estar nosotros “mejor”.

No somos conscientes de todo eso, porque diariamente no lo percibimos, como puede distinguirse con claridad  un incendio en un bosque o el asesinato de una ballena,  y luego te preguntas: ¿En qué puede afectarnos eso?, si el mundo es inmenso y no me perjudica en mi casa, en mi barrio, en mi trabajo y en mi entorno. Pero el daño está allí latente, menoscabando  poco a poco, como un cáncer o como la caries en una muela, silente, constante y sin darnos cuenta.

 El coronavirus, hoy en día es parte de nuestra vida diaria, está allí pisándonos los pies, y pone en un vilo nuestra subsistencia y la  de nuestros seres queridos, y, sin embargo, muchos hacen caso omiso del peligro existente, porque lo primero es la juerga, la cerveza, la playita, el bañador, el ligue, el botellón, la diversión y el pasarla bien. No aprendimos.

 ¿Y el resto de la vida qué?, ¿No hay más tiempo en el futuro?, ¿El mundo según los mezquinos y egoístas se acaba mañana y no pueden esperar y moderarse? ¿Qué pasa con el respeto a la vida?, ¿Qué sucede con las personas que ellos van infectando a su paso? Podría ser alguien de tú familia, alguien que te importa… Como esa persona infectada que está haciendo el Camino de Santiago y va infectando en silencio e irresponsablemente, ella no dice nada, a cada paso está dejando un posible y futuro fallecido. Esta es la realidad, la inconciencia y el comportamiento mezquino de las personas en este nefasto verano y en lo que va de año.

                               

Los rebrotes están patentes, en cada rincón del país, los infectados van por allí en las calles, la pandemia continúa, el remedio, la solución aún no consta. Realmente tengo miedo, sufro por mi familia, hijos y seres queridos. Me aterra pensar que me contagie,  no lo supere y mis hijos que son mi vida, se queden sin mí. Hay días en los que prefiero no enterarme de nada, porque leer me hace padecer, afligirme y estar mal, y no es la idea. La oración debe ser individual y mundial para que toda esta tragedia, termine pronto y que no existan más motivos de luto fortuito en ningún hogar del mundo. Hay que tratar de llevar este periodo en paz y no buscar reyertas, hay ayudar y no criticar, colaborar cumpliendo las normas establecidas, para fulminar este virus asesino de nuestras vidas.  

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