Rostros grises
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| sanrossblogs |
Después de salir del médico, me encontré con mi esposo para
desayunar y al terminar nos fuimos al supermercado a comprar suavizante y otros
productos que se me habían terminado. Así que fui a un supermercado, el cual no
visitaba desde hacía unos tres años, y en el que trabajan unas chicas que me
inspiraron a escribir un artículo criticando la poca amabilidad de muchas cajeras de supermercados.
Pero el toparme con
ellas tiempo después, me dejó en modo reflexión, es decir, me sorprendió ver a
estas chicas envejecer ejerciendo un trabajo que se nota a leguas que odian,
que lo empezaron a ejercer algún día ciego de su juventud, un día en el que la lógica era absolutamente onírica, por obligación, por
necesidad, porque no les quedó otra, o porque en un momento de rebeldía
abandonaron sus estudios en la adolescencia. La verdad me pareció sumamente triste,
porque aquellos rostros grises y desencajados reflejan eso, desesperación,
amargura y desconsuelo.
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| goldmagazines.com |
Supongo que en muchos instantes de sus vidas querrían salir
corriendo, y dejar todos sus errores atrás y comenzar una vida en la que solo existiera
todo aquello que en su momento despreciaron, instantes en los cuales desistieron de su real vocación que creyeron difícil e inalcanzable. Pero
los errores nos persiguen a toda costa con el transcurrir de la vida, golpeando
con dureza el espíritu y la autoestima, haciéndonos ver que hay muchas
decisiones desacertadas que nos castigarán y fustigarán sin más, es como vivir
luego en el castigo perpetuo.
La aceptación en muchos casos es la mejor baza para
continuar la vida, o por lo menos retomar si se puede, algo de aquello que
dejamos de lado en el pasado, cuando se creía poseer la razón en todo.
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| Sandra rossi blogs |
Hay que
aceptar el presente, para que la existencia no sea tan lastimosa, por más difícil
que resulte.
Ellas son un espejo en el cual yo, personalmente, no quisiera
reflejarme, porque me atemoriza esa cruda realidad, más bien me resulta un
estímulo para seguir luchando por todo aquello que he anhelado. No soportaría
que mis hijos vieran en mí, un rostro gris y vacío, un rostro que muestre insatisfacciones
y amarguras, porque moriría si ellos se reflejaran de mi en ese modo.
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