La pandemia no nos cambió para mejor

La pandemia no nos cambió para mejor
La pandemia no nos cambió para mejor

Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores, espero que todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo, a pesar de las circunstancias de epidemia mundial que vivimos.

Con esto de la pandemia, se decía al principio de todo, que aprenderíamos a ser mejores personas, y recuerdo en unos de mis post, que reflexioné respecto a ello,  y caí en cuenta de  que eso no sería así, y que ese "trabajo” es individual, pertenece al crecimiento de cada quien, al interés propio que sientan las personas individualmente por mejorar ellos y por ende mejorar al mundo.

Los seres humanos podemos ser muy grandes en actos, pero también tan sórdidos y monstruosos en muchos otros. El mundo sigue igual o peor, miles de personas muriendo en el mundo por la pandemia, y tanta gente mezquina aprovechando el caos, para generar más caos, con  la maldad y saña más profunda.

sanrossblogs
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¿En qué momento de la existencia el ser humano se corrompió, se desvió del buen camino y se volvió tan miserable y tan en contra de sí mismo? la autodestrucción se ha vuelto parte de la motivación para vivir en muchas regiones del mundo.

Desde mi ordenador y mi sofá frente al tele puedo observar el comportamiento humano a través de las noticias, se dice que en río revuelto ganancia de pescadores, pues así sucede, existe mucha gente miserable aprovechando estas infames circunstancias para sabotear lo que otros hacen por el bien de los más desfavorecidos, muchos que tergiversan actos e informaciones para sembrar dudas negativas.  

Y me pregunto: ¿Cuáles son las razones que los llevan a ello? En la vida siempre estará el bueno y los malos alrededor.

Ayer vi en Twitter un vídeo de como en la Ciudad deMéxico, un ser despreciable, un mal nacido,  le prendía fuego a otro ser humano por no pagar el alquiler, pero antes le propinó dos disparos sin piedad.

Sandra Rossi blogs
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¿Dónde está el cambio? No hemos reflexionado en profundidad. Menos mal que la pandemia nos iba a cambiar a todos... Que terrible resulta esta realidad. El mundo y sus miserias, el ser humano puede llegar a ser nefasto para si mismo y para la humanidad una toxina, no me cansaré de repetirlo.

 El mundo en muchos instantes lo afeamos con esas acciones. Se supone que debemos sentirnos tranquilos y confiar en la policía, no ver como un policía se toma la justicia con sus propias manos y asesina lentamente y a posta, a una persona de color, un ser,  que por ser delincuente, no merecía un final así, el policía se atavió con  su uniforme de asesino y le sustrajo la vida a esta persona sin poseer  esa potestad.

Blog de Sandra Rossi
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Leemos los diarios nacionales e internacionales, escuchamos las noticias, te informas en Twitter, y juro por Dios que todo da asco, el ser humano, poco a poco se ha convertido en miseria con sus acciones, los gobiernos que son mediocres y miserables con sus gestiones, el rico que roba, o el pobre que asesina por una barra de pan.

 El rico se hace más rico y el pobre se arruina aún más, es la cruda realidad. La pandemia no cambia a las personas por arte de magia, es una quimera creer en ello. Llegará un punto en que la raza humana se colapse por tanto egoísmo y mediocridad en su alma y acabe consigo misma.

El estrés por salir a la calle, era simplemente por ir a consumir alcohol en  las terrazas con los amigos, cuando lo que impera y lo importante realmente, es  esa  pandemia asesina que se está llevando a cientos de personas que tenían un futuro,  y  los gobiernos con conciencia,  lo que tratan  de hacer es   proteger a la sociedad de no morir, de que no se vuelvan a colapsar  los hospitales y la economía no merme más. 

Nos quejamos porque no podemos ir a desperdiciar el tiempo y el dinero  en un bar, a sabiendas de que corremos  el riesgo de contagio,  porque se sufre de falta de precaución aguda y de empatía. Resulta que causaba alergia estar encerrados en nuestros hogares con nuestros seres queridos, cuando casi no paramos en casa por el trabajo, esta era un buen momento para estrechar lazos familiares, y sin embargo causó más bien estrés.

Así está el mundo, así nos comportamos, una raza que se autodestruye y destruye al prójimo con su inconsciencia. Ese es el cuento, es mi percepción. La bajeza humana se pone de manifiesto y se acentúa en circunstancias como esta, en la que debería prevalecer la piedad, la conciencia, la colaboración y el buen corazón.

Mucho se decía en los comerciales de televisión que apreciaríamos como nunca los abrazos, nada más  lejos de la verdad. En las calles alrededor del mundo subyace una crecida violencia, manifestaciones de toda índole que llevan a la violencia y a la poca tolerancia. 

Sandra Rossi
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 Lo peor es que no es el momento para ello, la seguridad está frágil y enferma mundialmente, la salud universal se resquebraja y todos debemos aportar nuestro granito de arena, para que el mal no sea mayor, porque el ser un infectado, representa un gran peligro `para la sociedad y nosotros mismos.

Noto que las personas están cada vez más tiranas, hurañas, impacientes, oscos, impasibles  y muy mal educadas,  por ejemplo, le hablas con educación a la cajera del supermercado y ésta, se comporta  más déspota que nunca y así...  esa suavidad, y ese crecimiento interno que deberíamos tener y que se creía que reinaría post pandemia, no existe, se acrecentó la parte obscura de muchos. Este año está resultando muy tétrico y extraño. Causa miedo, muchos dicen que nos lo hemos buscado por nuestro comportamiento, por socavar y violar a la naturaleza con nuestros actos, y que las fuerzas de la naturaleza aún no han actuado…


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