Ese tiempo perdido

Ese tiempo perdido
Ese tiempo perdido
Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores, espero que todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo, a pesar de las circunstancias de epidemia mundial.

Con el pasar del tiempo suceden tantas cosas… todo aquello que no ejecutaste en su momento, por la razón que sea, queda en el olvido del tiempo, del almanaque, anulado,  en el tiempo perdido, en la mala decisión, en lo que no se puede recuperar ni corregir, porque las cartas fueron tiradas y con ellas el no hacer, desaprovechando instantes mágicos que te dictaban un futuro.

El tiempo es implacable, no se puede recuperar, y como duele y machaca la mente, corroe el espíritu, dejándonos flacos de remordimiento, vacíos de pesar, desamparados y huérfanos de orgullo, tristes y arrepentidos.
Las decisiones juegan mucho con nosotros, en los resultados con el pasar del tiempo, las buenas ocasiones expiran tan pronto como el pasar de una página del libro de enseñanzas, el tiempo perdido es un látigo que fustiga cada día tan duramente, que causas arrugas en el alma, cicatrices que no te provocan el olvido, sino el constante recordatorio de que en algún equivocado instante no hiciste, optaste por la opción errada… no ejecutar, no obrar, no cumplirte, no encausar y dormirte en plena luz del día cuando no era necesario.

Sandra Rossi blogs
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No se puede borrar la desazón, el desacierto, solo seguir adelante tratando de no pensar en el pasado, para no derramar las lágrimas de frustración que hieren tanto y tanto.
Ese instante que no hicimos, representa después la negación de toda una vida, el recordatorio de la mala gestión del pasado. El haber perdido el tiempo. No sabe bien, es amargo como la hiel y se trae a la memoria  cada día como el reclamo de la conciencia que no está en paz e inconforme.

EL tiempo perdido no se puede recuperar, quedó atrás, los años,  meses, días, minutos segundos…nadie nos lo devuelve, es imposible. Las arrugas,  las canas y los pensamientos nos encaran con la verdad siempre a cada paso, es inexorable. El tiempo perdido nadie nos lo puede devolver, ni con magia, ni con oraciones ni alabanzas al cielo, el borrón y vuelta al pasado es una fábula que martiriza la conciencia, la hace añicos.
El tiempo perdido, perdido queda, no hay más, aceptarlo cuesta, reconocerlo aún más, las lecciones luego de ello vienen por si solas sin invitación, así es el existir, en primera persona...Doloroso tiempo perdido.


#YoMeQuedoEnCasa
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