La hora de la verdad
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| La hora de la verdad |
Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores, espero que
todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo, a pesar de las
circunstancias de epidemia mundial. Ayer tocó ordenar armarios, no por no tener
que hacer, es que ya no podía más con el desorden. Los ordené hace un par de
meses, pero a lo tonto y con la falta de delicadeza de mis hijos a buscar ropa,
pues nada, había una jungla instalada en cada armario. Hoy siento alivio, el
orden es mi paz.
En cuanto a mi lumbago estoy mejor, creo que el pisar los
cuarenta, nos hace entrar en un mundo de achaques constantes, el día anterior
tenía dolor de amígdalas, lo que me provocó una disfonía, lo cual no me dejó
grabar para mi canal de covers de YouTube.
Por otro lado ayer fui a la compra, la verdad resulta un
agobio tanto procedimiento necesario y obligado por las circunstancias
pandémicas, pero es lo que hay por nuestro bien.
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| sandra Rossi |
En fin, también me enteré de un conocido, de esas personas que
la música les mantiene joven y con espíritu positivo siempre, pues el pobre de
la noche a la mañana se entera que tiene un cáncer tan agresivo, que no se
puede hacer nada por él, que mazazo tan grande, en realidad no existen las
palabras de consuelo ante una situación así, es terrible estar en su lugar,
¿cómo se puede sobrellevar una verdad así? ¿Cómo te mantienes en pie? Seguir el
corto camino, ver los pocos amaneceres que están por venir, es muy fuerte.
Como seres humano, la mayoría no estamos preparados para
enterarnos de noticias tan trascendentales como esta, la vida expirará, lo
sabemos desde el día que abordamos este mundo, pero irte de pronto, sin tiempo para asumirlo, sin alguna solución posible, estando aún joven y con fuerzas, es muy complejo digerirlo
y encararlo.
Solo queda aceptarlo, dar gracias por todo aquello que la vida
te ha obsequiado, por todo el amor recibido y dado, por todos los logros
profesionales, por respirar, reír, soñar, alcanzar, por todo lo que tus ojos observaron sea bueno o malo… no existen
palabras, solo la aceptación, aceptación dolorosa y trágica.
#YoMeQuedoEnCasa
#QuédateEnCasa
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