Persona de fe
Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores,
espero que todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo, a pesar
de las circunstancias de epidemia mundial.
Realmente soy una persona de fe, que opta por soñar,
pensar y creer en lo positivo de las circunstancias, y que las cosas pueden
salir adelante, porque no hay mal que dure 100 años, en teoría suele ser así ¿no?
Pero hay momentos en los que le das una oportunidad a
la fe, a todo lo relacionado con el creer, a lo místico y sagrado, al poder de
la mente y los fuertes deseos internos y no
resulta, no sale bien. Quién sabe por qué,
puede que sea el destino de cada quién que está marcado y decidido de forma
irreversible.
Pero hay instantes en el que se necesita una
constante que sea positiva, que en todo aquello por lo que trabajas comience a
dar sus frutos por un largo período, que los tramos de la larga andadura que es
la vida, sean buenos y fructíferos y no tan efímeros como la alegría misma.
Es innegable que la vida es una montaña rusa, el yin y el yang, el blanco y negro, frío o calor, todo son extremos en la existencia, en la adultez.
Pero, es evidente y sustancial que se
necesita un matiz moderado, una paleta de colores con tonalidades medias, para apartar la angustia, no se
trata de vivir en la molicie, en la comodidad eterna, se trata de temporadas
tranquilas y equilibradas para desarrollar más la fe en la existencia. En
muchos instantes mis esperanzas se tambalean, y resulta incómodo para el espíritu
afectado.
Infinitos mantras, frases bonitas y optimistas,
oraciones, salmos y demás alternativas, para salir de un foso profundo e
inquietante, se han cruzado en mi desesperada búsqueda de resoluciones, a lo largo de las etapas oscuras de mi vida, practicar oraciones, meditaciones y frases, que con el fracaso han parecido un chiste, una pérdida de tiempo o puede que yo sea una diletante en
estos temas, pero creo que no, desde muy joven leo sobre estas corrientes y filosofías de vida, y creo en estas cosas, pero puede que existe un contexto en mi vida que
provoca que no funcione, puede ser alguna fuerza mayor desconocida, que
perturba mi psiquis ocasionando la catástrofe existencial.
En fin, se trata de subsanar y aceptar, algo que ya
viene torcido desde atrás sin yo saberlo, error de cálculo, destino negativo obcecado y empecinado en anular la paz y lo positivo de la vida.
En la mayoría de las personas alberga la ambición, un motor imprescindibles
para alcanzar objetivos, pero con el transcurrir de la vida y producto de la madures
y los varapalos sufridos, he descubierto
que solo necesito una constante vital equilibrada,
sin excesos, productiva, siempre en
ascenso, en positivo, favorable y tranquilo, no pido más…
¡Hasta otra'
#YoMeQuedoEnCasa
#QuédateEnCasa
¡Y
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