Oda a la amistad perdida.

Oda a la amistad perdida.
Oda a la amistad perdida.

Hola mis fieles, furtivos y apreciados lectores, espero que todo esté bien por allí en el mundo, y en vuestro universo, a pesar de las circunstancias presentes.

Ahora tengo tiempo para recordar  como siempre lo  hago, rememorar etapas pasadas y bonitas, rodeadas de amigos, en un mundo que parecía mágico y especial, en el cual todos conectábamos de una manera asombrosa y sinigual. La sonrisa y la añoranza siempre hacen gala en instantes así.

De jóvenes creemos que sin los amigos la vida no es vida, que nada tiene sentido, que cada paso que damos no es estable sin la compañía de ese amigo, las palabras fluyen, las ideas y chistes brotan gracias a esas relaciones etéreas y confiamos con absoluta inocencia que es un acto de generosidad recíproca.

Sí que existen amistades que perduran en el tiempo, que con el transcurrir de la vida, el nudo de ese lazo etéreo se funde de tal modo que nunca podría desintegrarse.
sanrossblogs
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Pero, las amistades muchas veces se vuelven exigentes, y el mínimo error causa fatalidad, los no, no se permiten, hay amistades que se dejan arrastrar por la mezquindad del ego elevado, se pierde aquello legítimo y cristalino que existió alguna vez y que surgió de la nada, porque el universo así lo había resuelto.

Las amistades se fracturan, como cualquier relación existencial, porque en la edad de la efervescencia, se hacen promesas de eternidad, que fallecen en el malogrado intento de subsistencia vacía, no estaban verdaderamente blindadas por el cariño, se estaba porque no había nadie más que invadiera el momento.
Rossiask
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En la amistad, debe existir algo más allá del amor, algo más hermoso que la hermandad, simplemente querer honrar el tiempo juntos, siguiendo el camino del querer estar. 

La amistad, es paradójica, porque es frágil en momentos de adversidad, y en periodos de futilidad se fortalece, con las alegrías funciona, con las tristezas se extingue.

Luego abatidos,  entramos en las interrogantes de si realmente era amistad, o simplemente crecíamos juntos hasta que cada quien encontró su rumbo y dejó el espejismo y el romance amistoso de lado, nuevas personas aparecen en el destino deslumbrando posibilidades fantásticas y opacando lo certero.

Y luego de andar perdidos ante aquellos amigos inverosímiles con historias quiméricas, surgen las traiciones, porque aquello estaba sustentado en la nada, en lo efímero, aflora aquello de volver a los amigos extraviados, esos que se abandonaron porque ya no resultaban importantes, ¿A quién no le ha sucedido? A muchos...

Existen conceptos, teorías, frases, poemas sobre la amistad, aquella que perdura en instantes de turbación, la que no te señala con crudas palabras, la que no te compara con el amigo perfecto que no se es, la amistad esclava, la amistad nacida de los pozos más profundo del alma y del corazón, la amistad ejemplar que enseña, guía y soporta, que aparca sus sueños para estar allí al ser necesitado.

Todo fluye adecuadamente y en perfecto equilibrio lejos del egoísmo, pero somos humanos y siempre en esta vasta andadura de lo que significa vivir, hay traspiés inexplicables y fortuitos, que efectivamente fortalecen lo real, el estar allí en las buenas y en las malas como en los matrimonios, es lo que debería predominar sin más.

La amistada verídica, es una relación en la que todo fluye cuando el acto de generosidad y amor resulta recíproco,  sin reproches crueles y dolorosos, porque  el cariño genuino, inunda el alma y los recuerdos.
Sandra Rossi blogs
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En la amistad hay conciencia, risas, lágrimas, psicología, apoyo, entrega, aprobación y desaprobación, lágrimas y regocijo, respeto en grado superlativo, ganas de escuchar y perdonar sin más. La que es verdadera, a esa me refiero, a la que los años, las tinieblas, escollos y la distancia les pueden pasar por alto, porque no erosiona el sentimiento.

Es increíble cómo puede lastimar la amistad no correspondida como la imaginación suponía, allí entra en juego la aceptación y la madurez que nos otorgan los años, es el mejor acicate ante la decepción.

Aún y con mis años a cuesta, puedo creer en amistades nacientes, personas que rondaban por el mundo y no lo sabíamos,   esas que aparecen de la nada y por sorpresa, para mitigar la ausencia,  existimos, claro que sí  y todo puede suceder, de eso se trata.

#YoMeQuedoEnCasa

#QuédateEnCasa

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